La noción generalizada es que Starbucks devora a toda su competencia y que las cafeterÃas independientes pronto serán una cosa del pasado, al menos en el primer mundo.
Sin embargo, en este artÃculo de Slate, Taylor Clark nos cuenta como Herb Hyman, dueño de una pequeña cadena de cafeterÃas, rechazó una oferta de compra agresiva por parte de Starbucks y luego la cadena abrió un local justo al lado del suyo.
En lugar de entrar en pánico, decidió llamar a su amigo Jim Stewart, fundador de la cadena Best Coffee, para descubrir lo que verdaderamente pasa cuando un Starbucks abre cerca. “Te encantará”, dijo Stewart. “Hacen todo el mercadeo por ti, y tus ventas subirán por los cielos”. La predicción se volvió verdad: cada nueva tienda de Starbucks generaba agitación, atrayendo a nuevos conversos al mundo de los bebedores de latte. Cuando las colas en Starbucks se volvÃan irracionales, los conversos comenzaron a experimentar y ¡Mira! ¡HabÃa otra cafeterÃa justo al lado! El nuevo vecino de Hyman incrementó tanto sus ventas que decidió invertir la táctica y colocar a Starbucks en la mira. “Compramos un restaurante chino justo al lado de una de sus tiendas y lo convertimos, y por Dios, al año estaba haciendo un millón de dólares”, dijo.
Cuando tenemos nueva competencia no sólo estamos confirmando que nuestra idea es buena. La competencia también nos ayuda a repartir los gastos de atraer nuevos clientes.
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