Asà como Facebook se ha vuelto nuestro lubricante social por defecto, LinkedIn es el estándar mundial para hacer contactos profesionales. Casi todos mis amigos que han cambiado de trabajo en el último año, han sido contactados para su puesto actual vÃa LinkedIn.
Sin embargo, todos tienen un perfil vergonzoso en esta red social. Si, estas mismas personas que saben usar computadoras, que han invertido cientos de horas en Facebook, que han resumido todo lo que son en los 160 caracteres que admite el perfil de Twitter, que han entendido la dinámica de las redes sociales, se anuncian ante el mundo laboral con un vago intento de transcribir su curriculum.
Es natural. LinkedIn es una red social de contactos de trabajo. Lógicamente, los perfiles de LinkedIn tienen la estructura y apariencia de una hoja curricular. Asà que la primera tentación es vaciar el curriculum en LinkedIn.
Pero la realidad es que tu perfil de LinkedIn es la mejor oportunidad que tienes para anunciarte de manera gratuita. Es una valla publicitaria que puedes colocar en el lugar estratégico por donde pasan todos headhunters. O como prefiero mirarlo yo: una trampajaula de bajo mantenimiento.
Hace más de 3 años, Guy Kawasaki revisó este tema. Kay Luo, Directora de Comunicaciones Corporativas en LinkedIn, lo ayudó a remodelar su perfil.
La lección más importante que podemos extraer de esta remodelación del perfil de Guy, es cómo reestructuró su sumario:
Antes:
Evangelismo en Apple, desarrollo y presentación de nuevos productos. Me gusta el hockey sobre hielo.
Después:
Mi mantra personal es “apoderar a empresarios”. A fin de cuentas, soy un tipo de mercadeo. Establecà mi reputación personal como un evangelista de software en Apple por allá en los 80s. Ahora llevo una vida peripatética: blogger, capitalista de riesgo, autor y orador.
Este resumen:
1. No menciona tÃtulos universitarios.
2. Está escrito en primera persona.
3. Se puede leer y decir en menos de un minuto.
Estos tres elementos hacen un perfil ganador. ImagÃnate que me estás conociendo, yo tengo un problema y tú crees que tienes la solución. Te pregunto qué haces y súbitamente cambias a tercera persona y me echas en cara tu formación universitaria. Me importa un bledo tu formación universitaria. La pregunta es qué haces, no los aros por los que tuviste que saltar para llegar hasta allÃ. La respuesta a esa pregunta es el sumario. Si quiero saber algo más de ti, leeré el resto de tu curriculum. Pero si lanzas tus diplomas a la primera, probablemente concluiré que eres un coleccionador de tÃtulos, y seguiré buscando a alguien que prefiera trabajar.
Hacia el curriculum 2.0
Hacer un curriculum es una habilidad esencial que debe tener todo profesional. Pero el mundo ha cambiado desde la última vez que se establecieron las “reglas” para escribir un curriculum. Tu perfil de LinkedIn debe arrancar con una frase de ventas. Un titular. El 15 second pitch del que hablo acá.
Este sumario debe ser escrito para ser leÃdo por un ser humano, como un cuento, si es posible. Piensa en la informalidad militante de tu perfil de Facebook, combÃnala con el nivel de seriedad con el que te sientas cómodo en tu trabajo ideal, y tendrás una idea de cómo debe ser tu perfil de LinkedIn.
Luego del sumario, puedes irte a los hechos, relatar tu experiencia y tu educación. No te olvides de la foto.
No importa si te suena ridÃculo a la primera, puedes ir ajustándolo poco a poco. Te garantizo que al final tendrás un curriculum que provocará leer y sin duda destacará entre el montón.
¿Qué tal está tu perfil de LinkedIn? ¿Qué esperas? ¡Vamos! Deja de perder el tiempo en Facebook y haz algo por tu futuro ¡Son 30 minutos de tu vida!